El huracán tuvo vientos máximos sostenidos estimados de 298 kilómetros por hora, del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales ponen en riesgo a los habitantes del país y a por lo menos 25 mil turistas que aún permanecen en la isla.

"Esta es una situación extremadamente peligrosa y potencialmente mortal", dijo el centro de huracanes.

Jamaica enfrenta una devastación histórica, con los gestores locales de emergencias ordenando evacuaciones en toda la isla y exhortando a los residentes a almacenar agua potable por al menos tres días. Las autoridades advirtieron que las condiciones climáticas mortales también provocarán daños generalizados en la infraestructura eléctrica y de transporte.

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