La formación online reduce las emisiones de CO₂ por alumno hasta en un 79% en comparación con la modalidad presencial, lo que se traduce en que cada estudiante que acude a un centro físico emite cuatro veces más gases de efecto invernadero que si se formara en remoto. Esta es la principal conclusión del informe «Análisis medioambiental comparativo entre la formación presencial y la formación en remoto: huella de carbono como categoría de impacto de ambos tipos», un estudio pionero presentado por la Asociación Nacional de Centros y Proveedores de e-Learning (Ancypel) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España que, por primera vez, cuantifica de forma rigurosa el impacto ecológico de los dos principales modelos educativos.
El informe se ha presentado públicamente en un

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