El asunto alcanza para desatar leyendas o escándalos, según se trate de hechos del pasado añejo o de vigente actualidad. En este último caso se ubica la “fosa de Tetelcingo” que resultó un cementerio con todas las de la ley, según convenció a diputadas y diputados el entonces fiscal, Javier Pérez Durón. Retomado el tema desde la perspectiva histórica, el asunto de los reductos utilizados como depósitos bajo tierra de personas fallecidas se puede convertir en un cuento gótico o del más puro terror, como se verá a continuación. Pero primero es necesario marcar la diferencia entre “fosa común” y “fosa clandestina”, para después recordar algunos casos que han hecho leyenda sobre la materia. Fosa común. Se llama le así al lugar donde se entierran los cadáveres que por diversas razones no tienen
Atril: leyendas de terror (Primera de dos partes)
Diario de Morelos2 hrs ago
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