“Como si no le bastara con ser gato y cordero quiere ser también perro”

F. Kafka

Ni las siglas, ni ningún dirige(re)nte, pueden abrir las puertas a la simulación, al engaño, a la hipocresía y a las traiciones sin que ello se traduzca eventualmente en suicidio. Es necesario erradicar vicios y abrir las puertas de la virtud de la verdad y la lealtad recíproca. Todo es relativo y es por eso que uno de los personajes de Asimov en el Ciclo de Trantor propone: “No dejes que la moral te impida hacer lo que creas que está bien”. “En política, la moral es un árbol que da moras o no sirve para nada”, según Gonzalo N. Santos, nos recuerda Aguilar Camín. A su vez el autor de El error de la luna, concluye que “la política mexicana en realidad sólo aspiraba a conjugar tres verbos: sumar, sumarse y sum

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