En México, 65 personas son asesinadas cada día, pero hay otro delito que, aunque no siempre ocupa los titulares, está destruyendo comunidades, oficios y regiones enteras: la extorsión, el crimen de más rápido crecimiento en el país.

De los huertos de limón a las taquerías: nadie está a salvo

Desde los campos limoneros de Michoacán hasta las taquerías de la Ciudad de México, millones de mexicanos viven bajo amenaza constante: pagar “cuotas de protección” o perderlo todo.

El cobro criminal se ha infiltrado en todos los sectores: agricultura, construcción, alimentos, transporte, pequeños comercios e incluso vendedores ambulantes.

Y quienes se niegan, muchas veces pagan con su vida.

Asesinatos que revelan una impunidad heredada

Hace apenas unas semanas, Bernardo Bravo Manríquez, líder de

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