El aumento del coste del gas ha convertido la eficiencia energética en una prioridad para muchos hogares.
Expertos en calefacción coinciden en que un ajuste preciso en la temperatura del agua de la caldera es una de las formas más efectivas de reducir el gasto sin afectar el confort diario.
En viviendas con calderas de condensación, mantener el agua demasiado caliente puede generar un consumo innecesario de energía.
Ajustar la temperatura a un nivel adecuado permite que el sistema funcione de manera más estable, evitando encendidos y apagados frecuentes que incrementan el gasto.
Menos temperatura, más eficiencia
Los técnicos recomiendan configurar la caldera a temperaturas moderadas , suficientes para cubrir las necesidades de agua caliente y calefacción, pero evitando niveles

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