Redacción / Grupo Cantón

El gobernador denunció que Río enfrenta “una guerra que nada tiene que ver con la seguridad pública” y reclamó apoyo del Ejército

Brasil.- Las favelas de Río de Janeiro despertaron el martes bajo el sonido de helicópteros, sirenas y ráfagas de disparos. Desde la madrugada, unos 2.500 agentes de distintos cuerpos de seguridad se desplegaron en los complejos de Penha y Alemão, dos de las zonas más densamente pobladas y conflictivas de la capital carioca. El objetivo: desmantelar la cúpula del Comando Vermelho (CV), una de las facciones más poderosas del narcotráfico en Brasil, junto al Primeiro Comando da Capital (PCC).

Hasta el anochecer, el balance oficial ascendía a 64 muertos —60 presuntos delincuentes y cuatro policías— y 81 detenidos, aunque las autoridade

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