La corrupción y la extorsión se convirtieron en el negocio más rentable de la Guardia Nacional, división Caminos en el oriente del estado. Los accidentes y volcaduras ya no son tragedias, sino oportunidades para llenar los bolsillos de los federales .

Redacción/Sol Yucatán

Valladolid.- En el oriente del estado, la Guardia Nacional actúa sin control y sin supervisión. Automovilistas y transportistas víctimas de accidentes aseguran que el verdadero dolor no son los daños, sino la extorsión descarada de los agentes, quienes operan de la mano con aseguradoras y grúas para sacar provecho económico de cada siniestro.

El modo de operar es el mismo: tras un accidente, los uniformados llegan no para ayudar, sino para amedrentar, manipular reportes y exigir dinero disfrazado de “multas” o “ga

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