Cuatro mineros perdieron la vida dentro de un socavón en la mina Santa Filomena, en el distrito de Sancos, provincia de Lucanas (Ayacucho). Las primeras versiones indican que inhalaron gases tóxicos mientras intentaban rescatar a un compañero desaparecido.

Según la Fiscalía, todo comenzó la noche del 25 de octubre, durante una reunión social en el campamento minero. En la madrugada, Rosmel Saúl Quispe Mendoza llamó a su pareja para decirle que estaba extraviado dentro de la mina. Esa fue su última comunicación.

Los trabajadores iniciaron la búsqueda sin éxito. Dos días después, pobladores detectaron un fuerte olor proveniente de un pique de 60 metros de profundidad. Tres mineros descendieron para investigar, pero quedaron atrapados por la falta de oxígeno.

Los cuerpos fueron rescatados

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