Bajo la emblemática Plaza del Torico , el epicentro de la vida turolense, se oculta uno de los secretos mejor guardados de la ciudad: los aljibes medievales , una impresionante obra de ingeniería hidráulica del siglo XIV que durante siglos garantizó el suministro de agua a los habitantes de Teruel.

Su existencia pasa desapercibida para muchos visitantes, pero basta con descender unos metros para adentrarse en un mundo de bóvedas, ladrillos y pasadizos donde el silencio y la humedad relatan la historia de una ciudad que supo sobrevivir pese a la escasez de agua.

Un ingenio del siglo XIV

La ubicación de Teruel, en una meseta rodeada por los ríos Alfambra y Guadalaviar , dificultaba su abastecimiento. Fue por ello que, entre 1373 y 1374, el rey Pedro IV de Aragón impulsó la cons

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