A veces seguimos los pasos de nuestros padres sin darnos cuenta. Otras, los reinterpretamos hasta crear un camino completamente distinto.

En esas bifurcaciones, entre la herencia y la intuición, entre lo aprendido y lo que todavía no existe, suelen nacer las visiones que transforman lugares, oficios y hasta ciudades. Algo así le ocurrió al promotor Rodrigo Puente, cuya visión ha sido fundamental en la transformación urbanística de Cartagena.

Rodrigo Puente, 40 años de visión

Su historia no empezó con un plan, sino con una búsqueda: la de alguien que quería entender por qué algunos espacios generan calma, armonía o pertenencia, y otros no.

Detrás de cada gran transformación hay una mezcla de referencias dispares: lo que vimos de niños, lo que admiramos de lejos, las conversaciones que n

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