La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) asumió en marzo de este año a su cuarto presidente durante la administración de Gustavo Petro. Óscar Javier Torres Yarzagaray remplazó a Francisco Ospina Ramírez quién llevaba un año en el cargo, con el objetivo de fortalecer la supervisión de las concesiones viales y avanzar en proyectos estratégicos para la conectividad del país.

Sin embargo, esta inestabilidad directiva afecta la gestión de proyectos que superan los $80 billones en valor. La situación más crítica es la magnitud de los litigios: las demandas interpuestas por los concesionarios superan los $10,5 billones . El presidente Torres enfrenta un total de 33 proyectos con algún tipo de litigio o demanda en tribunales de arbitramento. A septiembre 25, la ANI lidiaba con 44 tribuna

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