El otoño convierte a Cantabria en uno de los destinos más espectaculares de España . Sus paisajes, teñidos de tonos ocres y dorados, invitan a descubrir rincones que parecen sacados de un cuento. Entre ellos destaca la ruta del nacimiento del río Pisueña , una joya natural en los Valles Pasiegos , donde el agua y el bosque se unen para crear uno de los recorridos más bellos del norte peninsular.
Esta ruta de senderismo circular de seis kilómetros es de baja dificultad , lo que la hace perfecta para hacer en familia o con niños. A lo largo del camino, el visitante encontrará hasta 20 cascadas escondidas entre hayedos, musgos y puentes de madera.
Selaya y la ermita de las Nieves: el punto de partida
La aventura comienza en la ermita de las Nieves , en el municipio de Selaya , uno de los pueblos más auténticos de los Valles Pasiegos . Desde aquí, el sendero desciende suavemente entre prados y cabañas tradicionales, hasta adentrarse en un bosque de ribera donde el sonido del agua marca el ritmo del camino.
Durante el recorrido, el río Pisueña se deja ver en pozas cristalinas y pequeños saltos de agua que aumentan su caudal en otoño, la mejor época para recorrer esta zona. Las cascadas forman cortinas naturales que se deslizan sobre rocas cubiertas de musgo, creando un espectáculo perfecto para los amantes de la fotografía de naturaleza .
Naturaleza viva y tradición pasiega
El entorno no solo destaca por su riqueza natural, sino también por su patrimonio etnográfico . Las cabañas pasiegas que salpican las laderas son testimonio del modo de vida tradicional de la zona, basado en la ganadería y el respeto por el entorno.
Aquí, la sostenibilidad se respira en cada rincón: el equilibrio entre el hombre y la montaña sigue siendo parte de la identidad pasiega. Además, no es raro encontrarse con rebaños pastando o con aves rapaces sobrevolando los bosques, lo que convierte la caminata en una auténtica inmersión en la vida rural cántabra.
Un final mágico: el nacimiento del Pisueña
La ruta culmina en el nacimiento del río Pisueña , un manantial que brota con fuerza entre la roca y la vegetación, dando origen a un pequeño río que más adelante se une al Pas. Este rincón, rodeado de silencio y vegetación exuberante, es el lugar ideal para descansar, respirar aire puro y sentir la energía del agua.
En el regreso hacia la ermita, el paisaje se abre al valle, ofreciendo vistas espectaculares de las montañas que rodean Cantabria interior . Con un desnivel de apenas 180 metros, el recorrido se completa en dos horas y media, lo que lo convierte en un plan ideal para un día de escapada cerca .
Gastronomía y descanso rural
Tras la caminata, nada mejor que disfrutar de la gastro cántabra en los pueblos cercanos de Selaya o Vega de Pas . Los restaurantes de la zona ofrecen platos tradicionales como el cocido montañés , carnes de pasto a la brasa o los inconfundibles sobao pasiego y quesada , dos imprescindibles para reponer fuerzas.
Si se busca prolongar la experiencia, los hoteles rurales y casas pasiegas del entorno son perfectos para un fin de semana de viaje slow . Un entorno donde desconectar, reconectar con la naturaleza y disfrutar de la hospitalidad del Club Viajar cántabro.
El destino perfecto para los amantes del otoño
Con su combinación de rutas de senderismo , cascadas , paisajes rurales y gastronomía tradicional , Cantabria se consolida como uno de los destinos más atractivos de España en otoño. Un lugar que une el placer de viajar con la emoción de descubrir rincones donde el tiempo parece detenerse.

ALERTA El Diario de Cantabria
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