Un futbolista argentino que jugó en Boca, pasó por el fútbol de Arabia Saudita y finalmente recaló en uno de los grandes equipos de Brasil podría, potencialmente, atajar para la selección de ese país. De hecho, es uno de los mejores arqueros de América en el puesto y su convocatoria no parece una utopía.

Es que la Fifa flexibilizó en 2020 las normas sobre el cambio de nacionalidad de los jugadores. Aunque pone algunas condiciones, un futbolista que adquirió una nueva nacionalidad podría eventualmente jugar para ese país si cumple algunos requisitos.

Las exigencias para que un jugador pueda representar a un país son que haya nacido allí, que sus padres o abuelos hayan nacido en esa nación o que, habiendo obtenido la nacionalidad, haya residido en ella durante un mínimo de cinco años.

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