Puigdemont está disgustado porque Pedro Sánchez no le cumple. Le ha sacado todo lo que podía y busca para la próxima carrera electoral la pista de la derecha, la suya natural. A la Convergencia de Pujol y a sus herederos de Junts les ha ido tan ricamente de socios de investidura del bipartidismo nacional. Es curioso que acabaran en la cárcel Rodrigo Rato y Santos Cerdán. El primero, intermediario con Pujol en 1996 en el Pacto del Majestic para que apoyaran a Aznar. Y el segundo, apoderado de Sánchez para su investidura en 2023, negoció con Puigdemont el Pacto de Bruselas. Sus interlocutores fueron a prisión, pero Pujol y Puigdemont se han ido de rositas.

Jordi Pujol tiene 95 años y el 24 de este mes se inicia en la Audiencia Nacional el juicio contra él y sus hijos. El clan Pujol está acu

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