Ciudad de Guatemala, 31 oct (EFE).- Cada 1 de noviembre, al conmemorar el Día de Todos los Santos, los guatemaltecos rinden homenaje a sus seres queridos fallecidos con una colorida y sustanciosa ofrenda culinaria: el fiambre, platillo que estará presente mañana en la mayoría de las mesas del país.

Este platillo, síntesis de tradición familiar y mestizaje cultural, se come frío y combina una rica variedad de embutidos, carnes, verduras encurtidas, quesos y un famoso “caldillo” o vinagreta.

Para Marta Soto de Bolaños, quien compartió a EFE la historia de esta tradición en su familia, la elaboración del fiambre es un ritual ineludible que ha practicado durante más de 32 años y que aprendió de una tía ya fallecida.

Comienza con la “compra de las verduras, pues escogemos que estén frescas”,

See Full Page