DODOMA, Tanzania (AP) — La presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, ganó la disputada elección en su país con más del 97% de los votos, según los resultados oficiales anunciados la madrugada del sábado, en una inusual victoria aplastante en la región.
El resultado probablemente amplificará las preocupaciones de críticos, grupos de oposición y otros que dijeron que la elección en Tanzania no fue una contienda sino una coronación después de que los dos principales rivales de Hassan fueran vetados o se les impidiera participar. Se enfrentó a 16 candidatos de partidos más pequeños.
La consulta del 29 de octubre estuvo marcada por la violencia, ya que los manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades para protestar por la votación y detener el conteo de votos. Se ha desplegado al ejército para ayudar a la policía a sofocar los disturbios. La conectividad a internet ha sido intermitente en la nación de África Oriental, interrumpiendo los desplazamientos y otras actividades.
Las protestas se han extendido por toda Tanzania, y el gobierno ha pospuesto la reapertura de las universidades, que estaba prevista para el 3 de noviembre.
El sábado había una calma tensa en las calles de Dar es Salaam, la capital comercial. Las fuerzas de seguridad que vigilaban los controles de carreteras pedían ver las tarjetas de identidad de quienes salían.
Las autoridades tanzanas no han dicho cuántas personas han muerto o resultado heridas en los enfrentamientos. En una comparecencia remota desde Kenia, un portavoz de la oficina de derechos humanos de la ONU, Seif Magango, dijo el viernes en una conferencia de prensa de la ONU en Ginebra que había reportes creíbles de 10 muertes en Dar es Salaam y en las ciudades de Shinyanga y Morogoro.
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, dijo el viernes que estaba preocupado por la situación en Tanzania e instó a todas las partes a "prevenir una mayor escalada".
Los ministros de Exteriores de Reino Unido, Canadá y Noruega citaron "reportes creíbles de un gran número de muertes y lesiones significativas, como resultado de la respuesta de seguridad a las protestas" en una declaración conjunta.
Tundu Lissu, líder del grupo opositor Chadema, lleva meses en prisión, acusado de traición después de pedir reformas electorales que, según él, eran un requisito previo para elecciones libres y justas. A otro opositor, Luhaga Mpina del grupo ACT-Wazalendo, se le prohibió participar.
Lo que estaba en juego para el partido gobernante Chama Cha Mapinduzi, o CCM, era su control del poder después de varias décadas en un momento en el que aparecen figuras opositoras carismáticas que esperaban llevar al país hacia un cambio político.
Aun así, el alcance de la victoria electoral es inaudito en la región. Sólo el presidente Paul Kagame, el líder autoritario de Ruanda, gana regularmente por un margen aplastante.
Grupos de derechos humanos, incluidos Amnistía Internacional, citaron un patrón de desapariciones forzadas, arrestos arbitrarios y ejecuciones extrajudiciales en Tanzania antes de las elecciones.
Un panel de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas reportó en junio más de 200 casos de desapariciones forzadas desde 2019, diciendo que estaban "alarmados por los informes de un patrón de represión" antes de las elecciones .
Hassan supervisó "una represión sin precedentes contra los opositores políticos", dijo el Grupo Internacional de Crisis en su análisis más reciente. "El gobierno ha restringido la libertad de expresión, desde una prohibición de X y restricciones en la plataforma digital tanzana JamiiForums hasta silenciar voces críticas mediante intimidación o arresto".
La gestión política de las autoridades tanzanas es notable incluso en un país donde el gobierno de partido único ha sido la norma desde la llegada de la política multipartidista en 1992.
Los críticos del gobierno señalan que los líderes anteriores toleraban la oposición mientras mantenían un firme control del poder, mientras que Hassan está acusada de liderar con un estilo autoritario que desafía los movimientos democráticos liderados por jóvenes en otras partes de la región.
Pero Tanzania es diferente, un caso atípico en la región.
Una versión del partido gobernante CCM, que mantiene lazos con el Partido Comunista de China, gobierna Tanzania desde su independencia de Reino Unido en 1961, una racha que Hassan extiende con su victoria.
El CCM está fusionado con el estado, efectivamente a cargo del aparato de seguridad y estructurado de tal manera que surgen nuevos líderes cada cinco o diez años. La propia Hassan pudo ascender a la presidencia como vicepresidenta sin incidentes cuando su predecesor, John Pombe Magufuli, murió repentinamente poco después del inicio de su segundo mandato.
La transición ordenada mantuvo la reputación de Tanzania como un oasis de estabilidad política y relativa paz, una razón importante para el considerable apoyo del CCM en todo el país, especialmente entre los votantes rurales.
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Muhumuza informó desde Kampala, Uganda. Un reportero de Associated Press en Dodoma, Tanzania, contribuyó .

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