Superviviente . Sánchez , claro. El PP, tocado. Génova disimula el fiasco . Da gracias al Supremo que le ha socorrido rápidamente para aliviar el bochorno. El vodevil del Senado fue desquiciante por demoledor, sobre todo para la política institucional. Un presidente de Gobierno llama circo a una sede parlamentaria . Un partido mayoritario instrumentaliza burdamente una Cámara legislativa. Una deplorable pantomima de cinco tensas horas bajo una insoportable atmósfera inquisitorial, trufada de agresividad, desplantes, mentiras y evasivas. La fatal vacuidad del fango intencionado. Tristemente, las profundas dudas sobre el calado real del ignominioso caso Koldo siguen tan vigentes que ahora suben de peldaño hasta la Audiencia Nacional.

El esperado y aguerrido compareciente jugó al d

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