Por Marcelo Falak

Bastó un posteo en Twitter para que Guillermo Francos renunciara como jefe de Gabinete y le pusiera un fin abrupto a la semana de gloria que le había abierto al Gobierno el triunfo en las elecciones legislativas. Bastó, de hecho, un posteo para que el veterano político le dejara tres mensajes envenenados a Javier Milei.

"Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete nacional, me dirijo a usted con el objeto de presentarle mi renuncia al cargo de jefe de Gabinete de Ministros, para que pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno que se inicia luego de las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre", escribió.

Ese fue el primer mensaje de un hombre que se sintió esmerilado por los rumores, alguien que, llamativamente, había afir

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