Washington.- Las agencias de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios están ampliando los esfuerzos de respuesta en Jamaica, Cuba y otros países del Caribe tras el paso del huracán Melissa, que ha dejado una estela de destrucción en comunidades ya afectadas por desastres previos.

Desde Kingston, el director para el Caribe del ( ), Brian Bogart, describió la situación en el terreno como “apocalíptica”.

Recién regresado del área de Black River, en el sur de Jamaica, relató que en esa comunidad “parece como si una bomba hubiese explotado”.

Muchas familias duermen en las calles, sin comprender aún la magnitud de los daños. En el Hospital de Black River, el personal médico trabaja sin descanso para atender a los pacientes, mientras numerosas viviendas permanecen bajo el agua.

Las pri

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