El 31 de octubre quedará grabado a fuego en el calendario de Marruecos. El aval de la ONU al plan de autonomía propuesto por Rabat para resolver el conflicto del Sáhara Occidental ha desatado la euforia en el país norteafricano, que ve cómo la disputa que se arrastra desde hace medio siglo en la antigua colonia española comienza a decantarse a su favor.

Esta alegría se hizo bien visible el viernes en las principales ciudades marroquíes. Nada más saberse que el Consejo de Seguridad había aprobado la resolución redactada por EE.UU. en la que se margina la vía de la autodeterminación saharaui, miles de personas salieron a las calles para celebrarlo. Muchos ondeaban la bandera nacional. Otros portaban retratos del rey Mohamed VI. Los conductores hacían sonar su claxon. Todo un contraste res

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