En los últimos tiempos se ha desarrollado una nueva modalidad de ataque contra la prensa . Las cuentas institucionales del Estado, manejadas por personal pagado por todos los peruanos, han adoptado la costumbre de rebatir las denuncias periodísticas que los comprometen no con argumentos o datos contrastados, sino con ataques directos contra el mensajero.

Cualquier información que no sea del agrado de la entidad involucrada –sea un exhaustivo reportaje o un breve comentario– es replicada en las redes sociales con la palabra ‘falso’, estampada en mayúsculas y con letras rojas. La intención clara es evitar responder sobre un asunto crítico y hacer quedar como un mentiroso ante el público al medio o al reportero que los cuestiona.

Lo que han venido haciendo en los últimos años las inst

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