Por: María Sara Vivas Araujo

«Instruir no es educar, ni la instrucción puede ser un equivalente de la educación, aunque instruyendo se eduque»

Simón Rodríguez.

La educación puesta en el centro de la sociedad juntamente con el trabajo creador son instrumentos esenciales para el desarrollo y crecimiento de la nación, muy a propósito, como tiene que ser, a partir de los espacios pequeños, del lugar, de los municipios. Una educación en la equidad que devele genuina libertad, independencia, donde prevalezca la igualdad de oportunidades. Propulsar una educación que fragüe mujeres y hombres excepcionales. Autónomos, originales, con iniciativa y determinación; ciudadanos que persuasivos forjen ciudadanía en un obrar ético, educado, con clara comprensión de la realidad social en todos sus ámbito

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