Látigo . Montando la bala. Pellejo de Sputnik . Una mano izquierda que es un polvorín. La velocidad. Peio Etxeberria y el derroche. La violencia como punto de inicio. La violencia del pelotazo como argumento, como ariete, como cimiento para edificar su tercera final del Cuatro y Medio de forma consecutiva y la resurrección tras un campeonato que empezó con disgusto –derrota ante Erik Jaka en la inauguración de la liguilla de cuartos de final ( 22-18)–. Peio fue ayer un ciclón contra Jokin Altuna , que no tuvo su día. Puso la música. Manos de titiritero. Zurda de martillo pilón. El amezketarra, incómodo, sufrió en el frontón Atano III de Donostia y acabó trasquilado.
El individual es maniqueo. No hay grises. Peio Etxeberria y el guipuzcoano navegaron en Las A

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