Arrancó pegado a la línea de cal , pidiéndola, acercándose a Miguel Loureiro y aprovechando el puente que Hidalgo rescató desde la pizarra, con Quagliata estirando y alejando su marca. La primera jugada sirvió para colarse entre tres rivales y forzar una falta. Poco después, la primera amarilla. Era Yeremay en estado punto , calibrando y tomando la temperatura del Ibercaja, a quien desesperó con sus continuos regates; a quien silenció participando en dos goles para el recuerdo. Mario hizo el primero; pero una carrera de 70 metros y un taconazo imposible le quitarán espacio en los highlights. El canario es diferencial. Diferente. Especial. Un disfrute para todo el mundo del fútbol . Excepto para los zaragocistas que sufrieron una exhibición más del 10.

Hidalgo apostó, de nuevo, po

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