Estados Unidos no desplegaba esta cantidad de barcos militares en el Mar Caribe desde la crisis de los misiles cubanos en 1962 , uno de los pocos momentos de la Guerra Fría en que el mundo creyó realmente que estaba al borde de un conflicto nuclear. Con esta alerta, la prensa estadounidense -aún sacudida por la decisión de Donald Trump de rescatar a su aliado argentino, Javier Milei, en medio del cierre de su Gobierno por falta de Presupuesto- advertía hace unos días que algo estaba cambiando en la política de la Casa Blanca hacia la región.

Desde hace 20 años, analistas y funcionarios repiten que América Latina no es prioridad para Estados Unidos y, por eso, la superpotencia no reemplazó al Consenso de Washington y la fallida ALCA con una estrategia nueva cuando la región apostó por

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