El reciente anuncio del Gobierno nacional de aumentar los fondos para hospitales públicos de alta complejidad representa una medida de alivio parcial en un contexto de profunda fragilidad sanitaria. La disposición, publicada en el Boletín Oficial, prevé la reasignación de partidas dentro del presupuesto vigente del Ministerio de Salud, sin afectar el superávit fiscal que el Poder Ejecutivo busca preservar. Entre las instituciones beneficiadas se destacan el Hospital Garrahan, El Cruce, El Calafate y René Favaloro, centros que concentran gran parte de la atención pediátrica y de alta complejidad del país.

No obstante, la decisión mantiene en suspenso la ejecución de la Ley de Emergencia Pediátrica, aprobada por el Congreso en mayo y aún sin aplicación efectiva. El Gobierno argumenta que su

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