Hay un dolor por la pérdida del ser querido; uno peor que nace de la incertidumbre de si hubo sobrevivientes y qué fue lo que pasó con ellos, y otro igual por las negligencias e irregularidades que se conocieron con el correr del tiempo.

Estos son algunos de los sentimientos que soportan sobre sus cuerpos y sus almas los familiares de las víctimas de aquel vuelo, que terminó en el mayor de los misterios.

Solo un manojo de presunciones. Es lo único con lo que cuentan los familiares de los 68 cadetes y tripulantes del TC-48 , un avión que hacía el viaje de instrucción de la promoción 31 de la Fuerza Aérea, y que aún no se sabe, a ciencia cierta, dónde cayó, qué pasó con él y con los hombres que iban a bordo . Esta es la crónica de las certezas y también de las dudas.

Para el 1 de nov

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