El próximo martes 4 de noviembre , Telefónica presentará un nuevo plan estratégico que el mercado considera determinante para el rumbo de la compañía en los próximos años. Tras meses de filtraciones, especulaciones sobre fusiones y adquisiciones (M&A) y rumores de cambios en la política de dividendos, el entorno inversor espera con una mezcla de cautela y escepticismo una hoja de ruta que aclare el futuro de una de las grandes telecos europeas.

Desde principios de año, Telefónica ha subido un 10% en bolsa , pero el momentum se ha desinflado en las últimas semanas. La filtración de una posible reducción del dividendo del 28% ha acentuado el nerviosismo, provocando una caída acumulada del 3,8% en los últimos cinco días. La acción se aleja así de su máximo anual y el mercado exige claridad, ambición y disciplina financiera en el plan que desvelará el presidente Marc Murtra .

Expectativas contenidas y recelo inversor

Pese a las altas expectativas generadas por el nuevo equipo directivo, las fuentes consultadas coinciden: no se esperan anuncios transformadores . Ni detalles concretos sobre grandes operaciones de consolidación, ni confirmación de compras como las de Netomnia en Reino Unido , 1&1 en Alemania o incluso el tan comentado acercamiento a Vodafone .

Estas operaciones, que sumarían más de 11.000 millones de euros en inversión potencial, están aún en fase preliminar o directamente congeladas. Según analistas del sector, las reticencias regulatorias en Bruselas , la falta de madurez en las negociaciones y la necesidad de ajustes internos en Telefónica complican su concreción en el corto plazo.

La conclusión: el plan será más declaración de intenciones que hoja de ruta detallada , y eso podría defraudar a unos mercados ávidos de anuncios contundentes.

Financiación, dividendo y caja: las claves internas

Donde sí se esperan decisiones relevantes es en la parte financiera . Telefónica debe aclarar cómo financiará su crecimiento sin poner en riesgo su rating crediticio , actualmente en grado de inversión gracias a una deuda estable en torno a las 2,8 veces su EBITDA .

Las opciones sobre la mesa incluyen:

  • Una reducción del dividendo de 30 a 22 céntimos por acción , lo que permitiría un ahorro anual estimado de 450 millones de euros .

  • Una ampliación de capital de hasta 4.000 millones , sujeta a la aprobación de los principales socios: SEPI , Criteria Caixa , STC , BBVA y BlackRock .

  • La venta de activos no estratégicos , como una participación minoritaria en Brasil o la creación de una nueva Fiberco con sus más de 32 millones de unidades inmobiliarias pasadas para atraer socios y monetizar su infraestructura.

El mensaje que el equipo de Murtra quiere trasladar es claro: crecimiento sí, pero con disciplina financiera . El objetivo es reforzar la caja sin debilitar el balance , algo que será clave para mantener el respaldo de los inversores institucionales y las agencias de rating.

¿Un nuevo ciclo bursátil? El ‘guidance’ lo dirá todo

Más allá de fusiones o reestructuraciones, el gran foco del plan estará en el ‘guidance’ financiero , es decir, las previsiones de ingresos, EBITDA, flujo de caja y rentabilidad. Comparado con el plan GPS lanzado por Álvarez-Pallete , que apuntaba a:

  • +1% en ingresos anuales

  • +2% en EBITDA

  • +5% en caja operativa

  • +10% en flujo de caja libre (FCF)

… el mercado quiere saber si Murtra elevará la ambición o mantendrá una línea continuista. Algunas voces ven posible una mejora, pero otras advierten de que el entorno competitivo y macroeconómico limita el margen.

Un reto de comunicación: gestionar el ‘día después’

La mayor amenaza para Telefónica no es solo decepcionar con el contenido del plan, sino no saber gestionar la narrativa posterior . La acción lleva años cotizando por debajo de su valor fundamental , y uno de los objetivos declarados de Murtra es recuperar la confianza bursátil .

La empresa se juega más que un plan estratégico . Se juega su credibilidad ante los mercados , su capacidad de ejecución en un escenario internacional complejo y su posición como actor relevante en la próxima ola de consolidación del sector.