Desde hace más de 15 años, los residentes de Campo B de Ferrominera, en el municipio Caroní de Ciudad Guayana, enfrentan una grave crisis de agua potable. Lo que comenzó como cortes nocturnos se ha transformado en una situación insostenible. Actualmente, hay días en que el agua solo llega por una hora, y en otros, no fluye ni una gota por las tuberías.

La falta de respuesta de Hidrobolívar ha llevado a los vecinos a buscar soluciones por su cuenta. Algunos optan por comprar cisternas, mientras que otros aprovechan el agua que recogen de los aires acondicionados o comparten lo poco que tienen. Rosa Martínez, una vecina del sector, explica: “Aquí en el edificio compramos una cisterna en 40 dólares, más el refrigerio que le dimos a la gente que la trajo. Eso lo facturan por condominio. Ayer no hubo agua para nada, y los otros días solo una hora diaria”.

Roxana Castillo, propietaria de un negocio en el centro de Puerto Ordaz, también se queja de la situación. Asegura que los servicios públicos son una pesadilla diaria, ya que cuando no falla la electricidad, falla el agua. Ella comenta: “El agua que bota el aire acondicionado lo recogemos en un pipote grande para usarlo en los baños”.

Carolina Blanco, otra residente, expresa su desconfianza en las autoridades: “Si me pongo a esperar que la institución pertinente lo haga, muero seca. Yo compro cada 15 días mi cisterna, pago 15 dólares por 1.500 litros. Pero hay gente que no puede hacerlo, hay quienes resuelven y otros que no”.

Los reclamos de los habitantes de Campo B se multiplican en redes sociales, donde piden que se escuche su voz y se garantice el acceso a un servicio básico que consideran vital y digno. A pesar de los esfuerzos por comunicarse con Hidrobolívar, no se ha logrado establecer contacto con la empresa para obtener una respuesta sobre la situación actual del suministro de agua en la comunidad.