En el corazón de cada vecindario, oficina o grupo social late una red invisible de interacciones. Sin embargo, existe una hiriente que amenaza con acabar esta momento de convivencia: el chisme

¿Por qué el chisme es el peor enemigo de una comunidad?-. La creación y propagación de rumores es una práctica tóxica que puede infligir un daño profundo y duradero de cualquier comunidad.

La esencia del chisme es la falta de verificación y nace de la especulación, la envidia o, peor aún, de la malicia directa. Al carecer de una base factual, se convierte en una distorsión de la realidad que persigue varios propósitos destructivos como obligar a los miembros a dudar unos de otros. Asimismo, una vez que se siembra la desconfianza, la colaboración y la empatía se vuelven casi imposibles.

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