Doy fe por Ovidio Cortazar Ramos/Notario 156

En tiempos de desconfianza institucional, el notariado chiapaneco enfrenta un desafío urgente: recuperar su lugar como garante de legalidad, confianza y paz social. La fe pública, piedra angular de nuestra labor, no puede sostenerse si se desvincula de la realidad que vive la ciudadanía. Hoy, más que nunca, el notario debe ser un agente activo de reconstrucción ética y modernización jurídica.

La crisis de credibilidad que permea nuestra sociedad no es ajena al gremio. La opacidad, el rezago tecnológico y la falta de vinculación con las necesidades cotidianas han erosionado la percepción pública de nuestra función. Pero lejos de resignarnos, este contexto debe impulsarnos a redignificar el oficio: volver a darle sentido, propósito y cercanía.

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