CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La ciudad de Apatzingán vivió una noche de caos este lunes cuando una protesta por el asesinato del alcalde Carlos Manzo derivó en la irrupción y quema parcial del Palacio Municipal.

El incidente, que no dejó víctimas reportadas hasta el momento, forma parte de una ola de manifestaciones en el estado contra la violencia e impunidad, en un contexto de creciente inseguridad que ha sacudido a la región en las últimas semanas.

Un grupo de aproximadamente mil manifestantes –muchos vestidos de blanco y portando carteles con mensajes de paz y demandas de justicia– se congregó frente al Palacio Municipal en el centro histórico de Apatzingán. La marcha, inicialmente pacífica, exigía esclarecimiento en los homicidios de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan asesinado la semana

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