El conflicto socioambiental alrededor de la hidroeléctrica Calderas, entre San Carlos y Granada, es uno de los más antiguos de Antioquia. Han sido casi cuatro décadas en las que múltiples factores han mantenido tensión entre comunidades de San Carlos y Granada con la Central que entró en operación en 1988 y que tras quedar inactiva varios años entró nuevamente a operación en 2005 con Isagen.

Desde hace varias semanas, organizaciones comunitarias y ambientales en la zona reclaman que, en medio de sus planes de repotenciación para renovar la veterana central, Isagen ha estado abriendo las compuertas de manera irregular para realizar dragados y vertimientos de sedimentos. Lo que temen puntualmente, según lo han denunciado, es que con estas prácticas se contamine la cuenca aguas abajo, se ace

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