Imaginen un mundo a oscuras. No durante unas horas, sino potencialmente durante años. El colapso de la red eléctrica es una de las consecuencias más graves que se desprenden de una reciente simulación de la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre los efectos de una gran tormenta solar. El estudio advierte que los transformadores, piezas clave de la red, se quemarían en cadena, provocando apagones que durarían años . La logística para sustituir cada unidad es tan compleja que el reemplazo podría demorarse hasta dos años por pieza.

De hecho, este apagón masivo vendría acompañado del fin de internet tal y como lo conocemos. La misma tormenta que freiría las redes eléctricas se llevaría por delante la infraestructura de la red mundial. El golpe afectaría a los repetidores que amplifican la señ

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