El boom de las billeteras virtuales, que impulsó la digitalización de pagos y el acceso al crédito en todo el país , enfrenta un obstáculo que amenaza su expansión: la elevada presión fiscal provincial. Al igual que los bancos, las aplicaciones del sector fintech deben pagar el impuesto de Ingresos Brutos, con tasas que son elevadas y dispares en cada región del país.

Según el nuevo estudio Mapa de presión fiscal a la digitalización de la economía elaborado por la Cámara Argentina Fintech (CAF), una empresa del sector paga en promedio una alícuota del 6,4% en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB), muy por encima de los niveles que rigen para Comercio o Servicios (entre 3% y 5%).

La investigación, que releva las leyes impositivas vigentes en las 24 jurisdicciones del país,

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