La noche del 1 de julio, Luis Medrano llamó a la Policía de Houston para pedir ayuda después de que su esposa se pusiera violenta y lo golpeara dos veces en la cara durante un episodio esquizofrénico en el que oía voces atormentadoras, según un informe policial.

Medrano, de 50 años, un inmigrante mexicano que conoció a su esposa cuando cruzaron el Río Grande con un grupo de aproximadamente una docena de migrantes hace más de tres décadas, intentó llevar a su esposa, de 47 años, al hospital, pero ella se negó. Entonces hizo lo que ya había hecho tres veces: llamó a la Policía para que la llevaran a un hospital.

Pero esta vez, el oficial la arrestó bajo sospecha de agresión y la llevó a la cárcel. Tras el sobreseimiento del caso por parte de la Fiscalía, el Servicio de Inmigración y Contro

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