Los pasos de piedra ordenan el recorrido y protegen el césped del pisoteo . Funcionan en jardines grandes y también en patios pequeños donde cada metro cuenta. Además, aportan textura y un gesto artesanal que cambia la lectura del espacio.
Antes de empezar, piensa el camino: ¿conecta la puerta con la parrilla?, ¿bordea una huerta?, ¿lleva a un banco de descanso? Definir origen y destino evita curvas innecesarias y ayuda a decidir formato, distancia entre placas y materiales.
La seguridad manda. Las piezas deben quedar firmes , con superficie levemente rugosa para no resbalar y un asiento estable sobre una base drenante. Así se previenen charcos, desniveles y tropiezos con la primera lluvia.
La estética llega después: forma orgánica o geométrica, color natural, pigmentos sutiles o

Clarín

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