Una valiosa pintura colonial, ‘Santa Eulalia’, del reconocido artista Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, fue devuelta a Colombia más de 40 años después de su robo. La obra, que había sido hurtada de la iglesia de San Ignacio en el centro de Bogotá, fue entregada voluntariamente por el reconocido galerista y coleccionista argentino Gonzalo Eguiguren, propietario de una galería en Madrid (España).

Su desaparición fue un duro golpe para el patrimonio cultural del país, y su paradero fue un misterio durante más de cuatro décadas, siendo objeto de una denuncia de robo internacional.

El galerista argentino adquirió la pieza por un valor de 5.000 euros, en 2024, en una subasta realizada en Montevideo, Uruguay. Según relató, la compró "sin conocer su origen ilícito". No fue hasta una "cataloga

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