Un estudio de la consultora de talento Robert Walters revela que casi el 75% de los candidatos ha dicho no a una oferta tras vivir una entrevista deficiente; además, tres de cada cinco reclutadores admiten no tener formación formal para entrevistar.

La investigación sitúa el foco en una brecha entre expectativas de los candidatos y preparación de las empresas: la entrevista, primera interacción real con la organización, se convierte a menudo en un filtro que ahuyenta al talento en lugar de atraerlo.

Entre los fallos más citados por los profesionales figuran procesos desorganizados (38%), explicaciones poco claras del puesto (28%) y una percepción negativa de la cultura corporativa (20%). Elementos que, lejos de ser detalles menores, activan dudas sobre coherencia y seriedad del empleador

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