Del ticket de una tienda de conveniencia al escenario de uno de los festivales musicales más importantes del mundo. Así se resume la historia de Cachirula y LOOJAN, el dúo mexicano que llevará el sonido de sus colonias a Coachella.
Los dos jóvenes, que han convertido su historia en ritmo a través del reggaetón, fueron forjados entre las calles de las alcaldías Tláhuac y Gustavo A. Madero.
“Yo crecí con la idea de que si escuchabas reggaetón eras un naco, que tenías mal gusto musical”, recuerda LOOJAN, quien a pesar del estigma, asegura que el urbano se ha convertido en su refugio.
Por su lado, Cachirula, quien escuchaba el género desde niña, recuerda un momento clave: el caso del News Divine, en 2008 (el operativo policiaco para determinar si, en el antro de la Ciudad de México se vendí

El Universal

New York Post