El viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, denunció este miércoles que la presencia militar de Estados Unidos cerca de Venezuela es la principal responsable del ambiente de tensión en la región. Riabkov afirmó que "el aumento injustificado de la presencia estadounidense en la parte sur del Caribe crea una situación de gran tensión, y nadie más que el propio Estados Unidos puede ser culpado por ello".

El diplomático ruso expresó su apoyo a Venezuela, destacando que el país sudamericano está haciendo esfuerzos para combatir el narcotráfico. "Nos remitimos a los informes especializados de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. El Departamento de Estado reconoció en etapas anteriores que los llamados cárteles de la droga, de los que se habla ahora, efectivamente no existen en el contexto de Venezuela", subrayó Riabkov.

Desde agosto, Estados Unidos ha desplegado buques de guerra, un submarino, aviones de combate y tropas frente a las costas de Venezuela, alegando que estas acciones son parte de una lucha contra el narcotráfico. Desde entonces, se han llevado a cabo bombardeos contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas en el mar Caribe y el océano Pacífico, resultando en decenas de muertes.

Washington ha acusado al presidente venezolano Nicolás Maduro de liderar un supuesto cártel del narcotráfico, sin presentar pruebas concretas. En respuesta, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, ha duplicado la recompensa por información que conduzca a su arresto. Caracas ha calificado estas acciones como una agresión, cuestionando las verdaderas intenciones detrás de los operativos militares.

El representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, también ha criticado las acciones de EE.UU., afirmando en una reunión del Consejo de Seguridad que no son ejercicios militares ordinarios, sino una "campaña descarada de presión política, militar y psicológica contra el Gobierno de un Estado independiente".

Por su parte, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los bombardeos de EE.UU. sobre pequeñas embarcaciones, que han dejado más de 60 muertos. Estos ataques han sido criticados también por los gobiernos de Colombia, México y Brasil, así como por expertos de la ONU, quienes los han calificado de "ejecuciones sumarias" en contraposición al derecho internacional.