Pocas cosas resultan tan rutinarias y tan genuinas como presentar el DNI cuando te la piden al llegar a un hotel. Se hace casi sin pensar, entre la tarjeta de crédito y la firma del registro. Pero esa costumbre, aparentemente inocente, puede abrir la puerta a uno de los fraudes más comunes y difíciles de detectar: el robo de identidad .

El experto en ciberseguridad Bruno Pérez Juncà , en una entrevista reciente en RTVE Catalunya , recordaba que el Documento Nacional de Identidad concentra una cantidad de datos personales suficiente para suplantar nuestra identidad en Internet, contratar servicios a nuestro nombre o incluso abrir cuentas bancarias . “Con ese documento te la pueden liar”, alertaba en su intervención.

El problema, explica el especialista, no está en enseñar el DNI,

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