Los trenes donados por Caltrain, que alguna vez fueron una promesa para la ruta Lima-Chosica, ahora se encuentran en un estado lamentable. Desde su llegada al puerto del Callao el 13 de julio, estos vehículos han sido objeto de vandalismo y abandono. Actualmente, están expuestos al sol en el Parque de la Muralla, sin ninguna protección. El periodista Adrián Sarria Muñoz, de La República, constató que los coches y locomotoras están cubiertos de polvo y suciedad. Un cartel en uno de los trenes reza: “Por culpa de la mezquindad política estamos aquí”. Este mensaje refleja la frustración por la falta de avances en el proyecto, que fue anunciado por Rafael López Aliaga durante su mandato como alcalde de Lima. La marcha blanca del tren, que se esperaba iniciar durante las Fiestas Patrias, no se concretó debido a la oposición del entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, César Sandoval. Sandoval advirtió que el tren no podría operar en tres años, citando la falta de infraestructura adecuada. En medio de este conflicto, López Aliaga acusó al gobierno de obstaculizar el proyecto por razones políticas. Con el cambio de administración, López Aliaga ha renunciado a la alcaldía y se ha postulado a la presidencia. Por su parte, Sandoval también dejó su cargo y ahora es precandidato de APP. El futuro del tren Lima-Chosica sigue siendo incierto. López Aliaga había propuesto convertir los trenes en un atractivo turístico, permitiendo a los visitantes explorar estos vehículos. Sin embargo, no se ha establecido una fecha para este proyecto, y los trenes continúan deteriorándose sin mantenimiento. Recientemente, el nuevo alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, se reunió con el actual ministro de Transportes y Comunicaciones, Aldo Prieto, para discutir alternativas que permitan avanzar en el proyecto ferroviario. La situación actual plantea interrogantes sobre el destino de los trenes y la posibilidad de que el proyecto se materialice en el futuro.