La Constitución lo deja claro: el rey no gobierna ni legisla . Su papel es representar a todos los españoles , ser símbolo de unidad y permanencia del Estado. Pero en sus memorias, Juan Carlos I se salta ese guion. Lo admite él mismo: "Un rey no puede tener ideología política, puede tener inclinaciones personales". Y vaya si las tenía.

El emérito rompe su silencio con un libro que parece más un repaso político que unas simples memorias . Habla de Franco, de los presidentes del Gobierno, del procés, de Zapatero, de Bush… y hasta de la Constitución, a la que le pondría retoques.

Elogios a Franco y crítica velada a la Constitución

Para "no hablar de política", Juan Carlos I se adentra en ella sin pudor. Elogia a Franco , presume de haber tenido su confianza y defiende su papel du

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