Un nuevo comienzo para Nueva York

EDITORIAL

La victoria de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York no es un hecho aislado. Es el reflejo de una ola más profunda que recorre la ciudad —y posiblemente el país—: el deseo de una política distinta, humana, cercana, que se atreve a cuestionar el sistema establecido.

Más que un triunfo electoral, la elección del 4 de noviembre representa una revolución silenciosa, una respuesta al desencanto con las viejas estructuras del poder, y la afirmación de una nueva generación que exige justicia económica y dignidad social.

Mamdani, un joven de 34 años, hijo de inmigrantes ugandeses de origen surasiático y musulmán practicante, se ha convertido en el símbolo de esa renovación. Su victoria histórica, con más de dos millones de votantes participando —

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