En estos tiempos en los que las declaraciones de guerra y los conflictos internacionales se multiplican como sombras largas sobre la humanidad, no podemos permanecer inmóviles ni ciegos ante lo que ocurre más allá de nuestras fronteras. El mundo tiembla, y cuando el mundo tiembla, hasta los cimientos más firmes pueden resentirse. Las crisis lejanas se vuelven cercanas; los miedos ajenos se transforman en nuestros propios desafíos. No hay nación aislada cuando la tormenta arrecia sobre la humanidad entera.
Por eso debemos preguntarnos, con la mano en el corazón y los pies bien plantados en la tierra ¿qué estamos haciendo para preparar a nuestro pueblo, a nuestra nación, frente a un porvenir que, aunque incierto, exige unidad, firmeza y prudencia?
La preparación no se limita a las armas ni

El Heraldo de Saltillo

PUNTUAL
ÚLTIMO MINUTO
LA VOZ DE SAN LUIS
Noticias de México
La Silla Rota
Xataka México
El Horizonte
El Dictamen
QUINTANA ROO HOY
Agencia Fronteriza de Noticias
Mexico Quadratin
ESPN NBA Headlines