Foto: IA

En México, la violencia escolar ya no termina con la campana. Continúa en los chats y en las redes sociales, donde los mensajes reemplazan a los empujones y las burlas se repiten sin descanso.

Apenas en julio, el director general de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM, Héctor Benítez Pérez, advertía sobre el uso de inteligencia artificial para crear deepfakes , imágenes, videos o audios manipulados sin consentimiento, que se están convirtiendo en una nueva forma de acoso digital.

Estas agresiones no sólo dañan la reputación o la privacidad de las víctimas, sino que afectan su bienestar emocional y su permanencia en espacios educativos.

De acuerdo con el experto, la violencia digital no se limita a la intimidación sexual o al robo de identidad; t

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