El riesgo país de Argentina ha caído a 621 puntos básicos, alcanzando su nivel más bajo en diez meses. Este descenso se produce tras el triunfo del gobierno de Javier Milei en las elecciones de medio término, lo que ha impulsado la recuperación de los bonos soberanos. La mejora en la percepción de los inversores sobre la gobernabilidad y el rumbo económico del país ha generado un ambiente más optimista, con expectativas de acceso a financiamiento internacional. Los títulos públicos argentinos han mostrado un rendimiento positivo, con aumentos de hasta un 3,5% en el GD46D. El indicador elaborado por JP Morgan ha retrocedido 34 puntos, quedando a 61 unidades del mínimo histórico registrado en la era Milei, que fue de 560 puntos básicos en enero de 2025. Este índice refleja la probabilidad de que un país no cumpla con sus compromisos de pago ante acreedores internacionales, y su cálculo se basa en la diferencia entre el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y los títulos soberanos argentinos. Analistas consultados indican que el riesgo país debería situarse por debajo de los 500 puntos básicos de manera sostenida para que Argentina recupere el acceso al crédito externo a tasas competitivas. Este acceso se cerró a principios de 2018 durante la gestión de Mauricio Macri. El cambio en el humor de los inversores se ha visto favorecido por el triunfo electoral del oficialismo y la proyección de mayor gobernabilidad en el Congreso. Además, la intervención del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario local, con aproximadamente 2.100 millones de dólares antes de las elecciones, y el anuncio de un swap por 20.000 millones de dólares han contribuido a reducir la inestabilidad. Un informe de JP Morgan sugiere que la caída en las primas de riesgo país ha acercado a Argentina a los mercados internacionales. Si se concreta el respaldo de 20.000 millones de dólares que gestiona el gobierno con bancos internacionales y organismos multilaterales, y se lleva a cabo con éxito la recompra de deuda, esto podría facilitar la obtención de financiamiento externo y una mayor estabilidad económica. La mejora en las cotizaciones de los bonos ha generado una contracción de más de 450 puntos en el índice, en comparación con las 1.081 unidades registradas antes de las elecciones. Esto alimenta las expectativas del gobierno y del sector financiero sobre un posible regreso a los mercados de deuda en 2026. El gobierno enfrenta vencimientos con acreedores externos por 4.000 millones de dólares en enero y otros 4.400 millones en julio. Aunque el presidente y el ministro de Economía, Luis Caputo, han afirmado que cubrirán los pagos con el swap estadounidense, una caída del riesgo país a la zona de 300/400 puntos básicos podría permitir refinanciar compromisos sin necesidad de pagos en efectivo a los bonistas. Desde Cohen, analistas destacan que la reducción de la prima de riesgo allana el camino para que más empresas y provincias se beneficien de la apertura financiera. Sin embargo, advierten que el Tesoro deberá presentar un plan para revertir la caída de las reservas internacionales y eliminar los controles cambiarios que aún persisten. El miércoles, Milei y Caputo viajaron a Estados Unidos para reunirse con inversores globales, buscando mantener el interés de los fondos extranjeros. El futuro inmediato de los activos argentinos dependerá de las negociaciones legislativas y de las gestiones del Ejecutivo en el exterior. Este jueves, la actividad bursátil se verá afectada por la celebración del Día del Bancario, un feriado que interrumpirá la actividad financiera. Aunque se realizarán operaciones de negociación, no habrá liquidaciones de activos durante la jornada.
El riesgo país argentino se desploma a 621 puntos
Noticias de Argentina2 hrs ago
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