Por un instante, el boricua Enrique “Kike” Hernández creyó que la Serie Mundial se le escapaba de las manos cuando faltaba apenas un out en la novena entrada y Ernie Clement conectó un batazo que parecía destinado a caer en el terreno y convertir en a los Blue Jays de Toronto en los nuevos monarcas de las Grandes Ligas.
Hernández, que defendía a los Dodgers de Los Ángeles en el bosque izquierdo, no perdió de vista la pelota con ya tres hombres en base, sino que estaba alejado de ella.
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